¿Quién hubiese imaginado que el año 2020 daría para contar tantas historias?
La pandemia mundial del Covid19 ha devuelto a la humanidad a una situación parecida a la Edad Media europea, en la que las epidemias eran comunes y bastante mortales. No ha sido hasta esta consideración por la OMS (Organización Mundial de la Salud) que se ha convertido en pandemia pero lo interesante de todo esto es dar cuenta de los puntos débiles que tiene la sociedad internacional en cuestiones de salud pública.
China: el origen de la epidemia
A principios de 2020 China creó en 10 días un hospital para el tratamiento del corononavirus, confinó la ciudad de Wuhan (que determinaron como el foco de la epidemia) pero también es cierto que sanitarios dieron parte de la posible enfermedad desde finales de 2019 y, fueron silenciados por agentes del gobierno chino.
Lógicamente, no se trata de la primera enfermedad que se convierte en pandemia en la historia de la humanidad, pero es importante conocer el contexto y qué podemos lograr mejorar de aquí al futuro en prevención de epidemias.
Coronavirus, la serie de Netflix
Te recomiendo esta miniserie de Netflix, un documental que explica de manera global los orígenes, la situación actual y los retos que supondrá una pandemia como esta. También explica cómo epidemias más letales como el ébola no llegan a convertirse en pandemia. En mi caso, que no soy experta de la rama sanitaria, creo que es fundamental entender todos los factores clave que contribuyen al crecimiento de grandes epidemias en la humanidad como esta desde un punto de vista práctico.
Derechos humanos y Covid19
La importancia de esta crisis sanitaria ha supuesto una revolución social que afecta directamente a los derechos humanos de las personas. Aprender de los errores cometidos en el pasado, y priorizar a las personas y su bienestar, ha marcado el punto de inflexión. Cuestionarse un modelo social y económico más sostenible y solidario es fundamental.
Los derechos humanos en cuestión de derechos laborales se han visto afectado por el personal sanitario, de limpieza y de suministros en servicios esenciales, como supermercados. Para quiénes han sido confinadas, se han visto coartados las libertades de circulación, de reunión, asociación y manifestación, e incluso del derecho al trabajo y a las vacaciones pagadas. En el campo de la enseñanza, la educación se ha desplazado desde las escuelas a los hogares, dando cuenta de la brecha digital que existe en nuestro país.
El confinamiento ha sido un esfuerzo para frenar la curva de contagios pero, por otra parte, ha supuesto agravar la situación de colectivos vulnerables como inmigrantes en situación irregular, personas sin hogar, víctimas de maltrato familiar, etc.
Ahora mismo, empieza a cuestionarse la legalidad de acciones como tomar la temperatura de los clientes del súper, por tratar datos personales de categoría especial en la legislación de protección de datos. A medida que se normaliza la situación de distanciamiento social se pone en duda la eficacia de las acciones tomadas hasta ahora pero también la vulneración de derechos desde las instituciones y el sector privado. ¿Es posible que ciertos políticos o altos cargos sean responsables de las deficiencias del sistema de salud pública? ¿Podría considerarse esto como un delito contra la salud pública?
Evidentemente, unos meses atrás, una epidemia no era la mayor preocupación de la ciudadanía. Ni siquiera, la falta o mala gestión de los recursos públicos en sanidad. Hoy, es posible que esta percepción haya cambiado pero la reflexión que me hago es: ¿haremos algo para cambiar esta situación y mejorar la calidad de los servicios públicos? ¿Hemos aprendido alguna cosa de todo esto?
El lado bueno de la pandemia de 2020
Lo que ha supuesto una desgracia económica y social a nivel global se ha convertido, a su vez, en un resurgir de la vida más allá de la raza humana. Los niveles de contaminación han descendido a índices históricos. Se ha vuelto a ver fauna autóctona regresando a sus zonas de tránsito naturales, como ha ocurrido con delfines y ballenas en Canarias.
Asimismo, durante esta crisis sanitaria ha florecido un sentimiento de solidaridad social que demuestra una vez más que las personas nos debemos unas a otras. La salud de todas y todos es la riqueza más importante y por ello debe ser prioritaria en las políticas públicas y la educación, pues como decía A. Schonpenhauer:

¿Cómo te ha afectado a ti en lo que a derechos se refiere? Comenta y comparte en redes sociales.
¡Hasta pronto! 💜✨