Inspiración de la serie
Nunca hubo tantas historias humanas tan reales y, al mismo tiempo, mágicas en una miniserie. Admito que me ha sorprendido gratamente y es por eso que no te la puedes perder.
Frontera verde está ambientada en la selva Amazonas, el territorio fronterizo de Colombia y, aunque la serie se basa en resolver un caso de asesinato múltiple, te ayudará a comprender claramente la situación actual del pulmón del planeta.
La situación del Amazonas: asimilación y deforestación
En el Amazonas sobreviven aún diversos pueblos indígenas, cada vez más amenazadas por la deforestación de la selva, el turismo masivo y la falta de protección legal de la diversidad de los países fronterizos de la selva. Los indígenas son asesinados, se ven obligados a abandonar sus tierras y su forma de subsistir, a migrar a las ciudades debido a la sobreexplotación de los recursos naturales.
Los pueblos indígenas están reconocidos por las Naciones Unidas y gozan de una especial protección.
Resolución de la Asamblea General 61/295
Sin embargo, cuando esto ocurre, también se pierde la sabiduría de la selva: la medicina popular, la cultura y la esencia espiritual de estos pueblos. Desaparece el ciclo vital de pueblos milenarios.
La corresponsabilidad estatal
Muchas veces el Estado no actúa. Es una forma de ser cómplices del silencio que intentan comprar grandes compañías internacionales para aprovechar los recursos naturales que ofrece la selva.
Los gobiernos corruptos son parte del problema y de la solución. La Fiscal Helena Poveda tiene claro que ella va a resolver el caso a toda costa.
Defensores de la Madre Selva o la Manigua
Las poblaciones indígenas, las ONGs por la supervivencia de la selva amazónica y sectas religiosas atraídas por el misticismo de un lugar sagrado y vivo son parte envuelta también de ello.
La trama de la serie empieza con esta escena: la investigación de los asesinatos de unas hermanas pertenecientes a una secta religiosa que ayuda a los indígenas del lugar.
El lado oscuro: madereros y traficantes de droga
Como toda buena historia, esta miniserie muestra el mundo podrido que se enriquece a costa de los enfrentamientos entre tribus, la complicidad de los Estados y la riqueza natural de la selva. Hasta qué punto las grandes compañías madereras amasan fortunas en el pulmón del mundo y cómo los grandes traficantes de drogas aprovechan la situación para esconder la mercancía.
Conclusión
En definitiva, una miniserie basada en una dramática realidad y con gran dosis de espiritualidad. Como ya dije al principio, la miniserie en mayúsculas de Netflix. Si aún no la has visto, merece la pena tu tiempo, sobretodo, por la energía con la que transmite la sabiduría de la Tierra y el Amazonas de culturas milenarias. Ojalá sea un impulso en la recuperación del ecosistema y la protección de estos pueblos indígenas.
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